domingo, 23 de diciembre de 2012

El Castillo de Játiva

El Castillo de Játiva es una doble fortaleza situada a la sierra Vernisa sobre la ciudad de Játiva. Esta doble fortaleza aparece en el escudo de Játiva que tiene como elemento central una torre de la que parten dos brazos amurallados que acaban en un castillo cada uno que representan los dos castillos de Játiva. El Castillo de la izquierda recibe el nombre tradicionalmente de Castillo Menor, mientras que el castillo de la derecha recibe el nombre de Castillo Mayor. Sus Orígenes Esta fortificación tiene sus orígenes en una construcción ibérica que aprovechaba una de las partes más altas de la montaña en este punto. Los romanos, posteriormente, al conquistarla, añadieran en el otro punto elevado que presentaba la montaña una segunda fortaleza que se comunicaba con el anterior. Ambas fueron reformadas por los árabes, que además ensancharon la muralla, hasta hacerla coincidir prácticamente con la actualmente conocida. Después, con mayores o menores reformas, estas murallas y el castillo afrontaron la conquista de Jaime I, la rebelión de las Germanías y la Guerra de Sucesión, pero la base del conjunto arquitectónico fue esta. Después de la conquista de Jaime I y la creación del Reino de Valencia el Castillo cumplió la función no solo de defender la ciudad sino de Prisión de Estado de la Corona de Aragón. Así entre otros prisioneros célebres allí estuvieran: Los infantes de Sardanés, Alfonso y Fernando, los nietos de Alfonso X el Sabio, Jaime de Aragón, el Conde de Urgel, Maroto Ugolen comendador de la orden de San Juan, el Marqués de Oristany, Pere Quixal, Abad de Poblet, Didac de Borja, hermano de Francisco de Borja y el Duque de Calabria. Durante casi toda la existencia del Reino de Valencia, el Castillo de Játiva y la misma ciudad fueran una plaza muy importante para este. El motivo era que Játiva era la entrada natural desde el Reino de Castilla y, por lo tanto, era un punto clave en el control del reino. Si bien es cierto que con la unificación de las coronas hispánicas este papel no fue tan importante, el hecho de que continuara siendo una prisión de Estado durante el siglo XVI y que Xàtiva era la capital de la Gobernación allende el Júcar y la segunda ciudad del Reino, hicieron que el Castillo continuara jugando un papel importante hasta la Guerra de Sucesión. Durante casi todo este tiempo se la consideró una de las mejores fortalezas no solo de la Corona de Aragón, sino de toda la península. Así, en una confrontación convencional y con una buena guarnición y provisiones, resultaba muy inexpugnable. Por un lado, el que da a Bixquet, es decir, en el interior montañoso de Valencia, desde donde era difícil que viniera un ataque, los dos Castillos de Játiva estaban protegidos por los acantilados de la sierra Vernisa, mientras que por el otro, los atacantes debían superar el juego de murallas: en primer lugar una muralla principal que protegía toda la ciudad, y en segundo lugar varias murallas secundarias. Superado eso, quedaba la dificultad de entrar en la fortaleza, ya que, al tratarse de dos castillos y no de uno, los defensores podían retirarse al segundo si veían perdido el primero. La decadencia del Castillo de Játiva llegó con la Guerra de Sucesión, ya que en esta se utilizó artillería pesada capaz de echar a perder en poco tiempo las anticuadas murallas que defendían la ciudad. Consciente de eso, Juan Bautista Basset como general de las tropas austriacistas de Valencia, y como ingeniero y artillero que era, reforzó todas defensas de Játiva y especialmente el Castillo. De hecho aún se conserva una torre en el castillo conocida como Garita Basset. Su esfuerzo le sirvió por salir con éxito de un primer asedio a Játiva en mayo de 1706 conducido por el Conde de las Torres de Acorrin, pero al año siguiente, ya sin Basset y ante una artillería más pesada, las murallas de la ciudad fueran asaltadas en dos puntos y el Castillo sufrió muchos daños. Pese a ello, las tropas de Asfeld, que provenían de la victoria en la Batalla de Almansa no pudieran llegar hasta el Castillo a causa de su carácter elevado y se dedicaran a bombardearlo. Este solo se rindió después de que la guarnición mayoritariamente inglesa y en oposición a las intenciones de catalanes y maulets, pactó con el francés la salida el 12 de junio de 1707 (después de aproximadamente de un mes largo de asedio. A partir de aquí, aunque aún sería utilizado en la Guerra de la Independencia Española, el castillo entró en decadencia a causa sobre todo del exterminio de Játiva, pero también del terremoto del 1748. Actualmente, el Castillo es patrimonio de todos los valencianos, y se gestionado por el Ayuntamiento de Játiva. Si bien en la entrada principal ondean las banderas oficiales, arriba de los dos Castillos, solo se encuentra la Señera de Játiva. En el año 2008 fue elegido como una de las siete maravillas valencianas.

martes, 18 de diciembre de 2012

Batalla de Stalingrado


La Batalla de Stalingrado fue un enfrentamiento bélico entre las fuerzas alemanas y los ejércitos soviéticos por el control de la ciudad de Stalingrado, actual Volgogrado, entre el 23 de agosto de 1942 y febrero de 1943, durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Con bajas estimadas de tres a cuatro millones de personas, entre soldados de ambos bandos y civiles, la Batalla de Stalingrado es considerada como la más sangrienta en la historia de la humanidad. Los alemanes la llamaron Rattenkrieg ( guerra de ratas ).Después que Adolf Hitler desviase fuerzas de la imparable Fall Blau hacia Stalingrado, tras un masivo bombardeo, se libraron dentro de la ciudad intensos combates urbanos, sin que ningún bando se hiciese con el control total de las ruinas. En noviembre de 1942, una contraofensiva soviética embolsó al 6º Ejército Alemán, que sería aniquilado cien días después. La negativa de Hitler a renunciar a la importantísima ciudad, punto de entrada a la rica región petrolera del Cáucaso, significó la muerte de cientos de miles de soldados de ambos bandos, y más de un millón de civiles rusos. Stalingrado significó el fin de las esperanzas alemanas de capturar el Cáucaso y controlar el río Volga. Además, muchos oficiales del ejército alemán se convencieron de que Hitler estaba llevando a Alemania al desastre, participando algunos en el atentado contra Hitler de 1944. Stalingrado confirmó lo que muchos expertos militares sospechaban las fuerzas alemanas no eran lo suficientemente poderosas como para mantener una ofensiva en un frente que se extendía desde el mar Negro hasta el océano Ártico. La batalla significó además un punto de inflexión en la guerra, ya que, tras Stalingrado, las fuerzas alemanas no volvieron a conseguir victoria alguna en el Este. Influido por Karl Haushofer, Adolf Hitler pensaba convertir las tierras de la Unión Soviética en colonias alemanas. Entre 1939 y 1941, la Alemania Nazi estuvo ocupada luchando con sus históricos enemigos de Occidente: Francia y el Reino Unido no obstante, Hitler nunca perdió de vista su verdadero objetivo: invadir el este de Europa. El 22 de junio de 1941, Alemania invadió la Unión Soviética, incluso cuando Inglaterra no había sido derrotada. Hitler, convencido de la debilidad soviética, creía que la invasión concluiría antes del invierno y prohibió a sus generales pensar de otra manera. De esta forma, un día antes de la invasión, unos tres millones de soldados alemanes esperarían el inicio de la mayor operación militar hasta la fecha, distribuidos desde Finlandia hasta el mar Negro. Unos 950.000 soldados de otras naciones aliadas de Alemania, acompañaban a los alemanes. Estas tropas, peor armadas y menos fanatizadas, desempeñarían un papel clave en el desastre alemán en Stalingrado, un año y medio después. En diciembre de 1941, era evidente que el rumbo de la guerra en la Unión Soviética no era el que el Alto Mando Alemán había planeado, debido a que Leningrado y Sebastopol continuaban resistiendo el cerco en el norte y el sur respectivamente y la ofensiva contra Moscú había llegado a un punto muerto. Entonces, inesperadamente, los alemanes se encontraron con una gran contraofensiva soviética desde la capital rusa y tuvieron que afrontar el hecho de que, a pesar de haber matado y capturado a cientos de miles de soldados del Ejército Rojo en los últimos meses, pactando la no agresión con Tokio, el Alto Mando Soviético había encontrado reservas suficientes para emprender una poderosa contraofensiva. Tardíamente, los invasores comprenderían que aparentemente las reservas enemigas eran inagotables. Habiendo fracasado en capturar Moscú, Hitler se centró entonces en tomar los pozos petrolíferos del Cáucaso. A pesar de no contar con la aprobación de sus generales, Hitler se empeñó en capturar estos yacimientos, e incluso les reprendió, acusándolos de no saber nada de economía de guerra. La Operación Azul, como se denominó la campaña alemana en el sur de la Unión Soviética, tenía como objetivo la captura de puntos fuertes en el Volga primero y, posteriormente, el avance sobre el Cáucaso. En la rendición final de la batalla Se impuso un riguroso racionamiento para intentar pasar el invierno. Paulus, quien era admirador incondicional de Hitler, se dio cuenta que para el Führer el 6° Ejército, o lo que quedara de él, era poco menos que una pieza sacrificable en el juego de la guerra. La vida de los soldados no tenía la menor importancia para él. El 25 de diciembre, en el Kessel, murieron 1.280 soldados de frío y hambre. Para el año nuevo, los rusos montaron una serie de cocinas y realizaron fiestas en la orilla sur del Volga con el doble objetivo de celebrar el año y mortificar a los alemanes cercados. El 8 de enero los soviéticos realizaron un estrechamiento del perímetro y capturaron el único aeródromo que servía de conexión con el mundo exterior, Pitomnik: los alemanes tuvieron que reconstruir el de Gumrak gravemente dañado por ellos mismos para poder seguir recibiendo noticias. El 9 de enero se presentaron dos oficiales del Ejército Rojo en la línea occidental del frente alemán con un ultimátum de la Stavka para Paulus. Si dicho ultimátum no se aceptaba, los soviéticos lanzarían una ofensiva final contra el Kessel al día siguiente. El ultimátum fue rechazado. Las penurias se multiplicaron en el 6° Ejército Alemán, las epidemias diezmaban los soldados, la disciplina ya no existía y el hambre era tan atroz que los alemanes sacrificaron caballos, perros y ratas para poder alimentarse. Cabe destacar que aun en estas penosas condiciones, la resistencia del 6° Ejército continuaba, ya que las líneas del frente se retiraban combatiendo e infligiendo bajas a los rusos que ejecutaban el plan anillo para acabar con los alemanes. El 28 de enero Paulus trasladó el cuartel general hacia los sótanos del Univermag y allí se hacinaron unos 3.000 heridos de diversa consideración, enfermos de tifus, paratifoidea y disentería. Los casos graves o que requerían cirugía prolongada eran colocados afuera para que murieran de frío. Un aviso le llegó el 30 de enero de parte de Hitler a Paulus: le sugería que se suicidara ya que le había nombrado Mariscal de Campo y bajo las órdenes de Hitler ningún Mariscal se podría entregar vivo al enemigo. Un tanque ruso se acercó al cuartel general de Paulus, en el que venía un intérprete que había sido enviado por Paulus, el mayor Behr. El 31 de enero por la mañana, Paulus se rendía con cerca de 90.000 soldados, los restos de un ejército de 250.000 hombres. Sólo volvieron a Alemania 5.000 supervivientes. Se convirtió en el primer mariscal que capitulara en la historia alemana, desobedeciendo así a Hitler, atenazado por las tropas soviéticas, la falta de alimentos y el frío polar de la estepa rusa, para el que sus tropas no tenían material suficiente en un gesto sin precedentes en la Wehrmacht. El 2 de febrero se rindió el último grupo de soldados alemanes en los escombros de la fábrica de tractores Octubre Rojo, y es la fecha en la que terminó oficialmente la batalla. La consecuencias de la batalla Oficialmente 91.000 fueron los prisioneros de la batalla final de la Ciudad de Stalingrado; de estos muy pocos estaban vivos para el comienzo de la primavera solo 5.000 a 6.000 alemanes sobrevivieron hasta el fin de la guerra debido a epidemias de disentería y de tifus entre los prisioneros. Las consecuencias de esta catástrofe fueron inmensas y de gran alcance. Por primera vez, Alemania perdía la iniciativa de la guerra y tenía que colocarse a la defensiva. De hecho la Wehrmacht carecía ya de los elementos logísticos necesarios para avanzar más hacia el este y las orillas del Volga fueron precisamente el punto más oriental alcanzado por tropas alemanas en Europa. Después de esta batalla la Unión Soviética surgió engrandecida y con la iniciativa de la guerra que la asolaba en las manos de sus líderes. Además, el comandante de la Luftwaffe, Hermann Göring, cayó en desgracia ante Hitler perdiendo crédito entre la élite del régimen nazi así como prestigio entre los militares, al no poder cumplir la orden de abastecer por aire a las fuerzas alemanas cercadas, como había prometido. El III Reich perdió todo el 6.° Ejército y parte del 4.º Ejército Panzer, e incontables recursos materiales que no se pudieron reemplazar con la misma facilidad con que la URSS podía con sus propias bajas aún más terribles incluso que las alemanas. De hecho, entre muertos, heridos y prisioneros la Wehrmacht había perdido más de 200.000 combatientes, muchos de ellos experimentados, que serían muy difíciles de reemplazar en poco tiempo. Los soviéticos, aparte de recibir una ciudad prácticamente destrozada, habían sufrido un millón de muertos civiles y más de 1.000.000 de bajas militares. De estos, unos 13.000 habían muerto ejecutados por sus propios compatriotas, acusados de cobardía, deserción, colaboracionismo, etc. Cabe destacar que no fue hasta la caída de la URSS que los historiadores rusos pudieron discutir abiertamente las cifras de bajas de la batalla, que si bien nunca serán exactas debido a la ausencia de registros fiables y la proliferación de fosas comunes no contabilizadas, de hacer cálculos reales lo más probable es que el costo de vidas de todas maneras sea increíblemente alto y rebase los dos millones de individuos, resumiendo aquella frase de los generales rusos El tiempo es sangre. Según el cálculo más alto, si se incluyen a todas las fuerzas que pelearon en el Volga, murieron o fueron heridos 350.000 soldados del Eje y mas de 1.000.000 de soldados soviéticos incluyendo prisioneros muertos en cautiverio y heridos muertos tras ser evacuados y cerca de 2.000.000 de civiles rusos encontraron su fin. El número total de muertos fue de hasta 2 millones. El triunfo de esta batalla trascendió los límites de la Unión Soviética e inspiró a todos los aliados, incentivando la resistencia en todas partes. El rey Jorge VI de Inglaterra le regaló a la ciudad una espada forjada especialmente en su honor, y hasta el poeta chileno Pablo Neruda escribió el poema recitado por primera vez el 30 de septiembre de 1942 y el poema «Nuevo canto de amor a Stalingrado» en 1943, celebrando la victoria, lo cual transformó esta lucha en un símbolo y en un punto de quiebre para toda la guerra. El mariscal Paulus sobrevivió a la guerra y volvió a Alemania en 1952, viviendo en la zona de ocupación soviética y luego en la RDA. Zhúkov reclamó para sí el éxito de Stalingrado, pero se le concedieron todos los créditos a Vasili Chuikov, que fue ascendido a capitán general, a cargo de un ejército que marcharía luego a Berlín. Antes del colapso de la URSS en 1991 estaba prohibido calcular el número real de bajas por temor a reconocer que el sacrificio de vidas fue excesivo; hoy se sabe que allí murieron aproximadamente más de dos millones de soviéticos entre civiles y militares. Sin embargo, después de El Alamein esta fue la segunda derrota que sufrieron los nazis en la Segunda Guerra Mundial, que no pararían de retroceder ante los soviéticos hasta rendirse ante Zhúkov, en el mismo Berlín.

jueves, 7 de junio de 2012

La Batalla de Madrid


La Batalla de Madrid es el conjunto de episodios bélicos sucedidos en la zona de Madrid durante el transcurso de la Guerra Civil Española. Tras el pronunciamiento del 17 y 18 de julio de 1936 la sublevación militar diseñada por el General Mola tiene lugar con éxito en el protectorado español de Marruecos y parte del norte de España. Tras el fracaso de la rebelión en Madrid, en los días posteriores al pronunciamiento con la caída del Cuartel de la Montaña y el de Campamento, la ciudad queda bajo el dominio gubernamental de la Segunda República Española. Desde este instante, la toma de la ciudad de Madrid era un objetivo militar para las tropas sublevadas. Desde el norte las tropas del general Mola y posteriormente desde el Sur-Este por las tropas del General Varela y del General Yagüe. El intervalo que va desde el pronunciamiento hasta los primeros combates en noviembre ambos bandos van reforzando sus efectivos, y se van preparando para la confrontación, los militares sublevados reciben material militar y soldados de Alemania, Estados Unidos e Italia, así como el Gobierno republicano de Francia, México y la Unión Soviética. Durante este intervalo ambos bandos se reorganizan políticamente y se renuevan sus estructuras de mando. El combate se realizó en un relieve de la Meseta Central, donde los obstáculos geográficos no son de relevancia para las operaciones militares y es relativamente fácil la maniobra de las fuerzas militares en ambos bandos. Con la excepción de las montañas septentrionales del Sistema Central. El iniciador del plan fue el General Mola que analizando la situación diseñó un plan de avance centrípeto debido al poco apoyo previsto inicialmente por la Primera División Orgánica. La posesión de la capital era decisiva para el desenlace del conflicto, pues decidiría qué contendiente se haría con el control, ya que Madrid era un importante centro político, militar, estratégico y económico de primer orden además de la capital política y sede del gobierno de la República. Los combates realizados en la Sierra Norte de Madrid con las columnas provenientes de Pamplona, Valladolid y Burgos quedan estabilizadas a finales de julio de 1936. A partir de ese instante las tropas que avanzan por el sur comandadas por el General Franco tienen el protagonismo. A pesar de que los principales combates tendrán lugar entre el otoño de 1936, y la primavera de 1937, desde el comienzo de la guerra hubo también importantes combates en áreas cercanas a la capital durante el verano y el otoño de 1936. La Defensa de Madrid tiene como particularidad haber sido la primera en la que se bombardeó a objetivos civiles dentro de una ciudad, algo que después se realizó en diversas ciudades españolas durante el conflicto español y después durante la Segunda Guerra Mundial. Tras el pronunciamiento de julio, que no tuvo igual suerte en todo el territorio, ciudades como Madrid permanecieron leales a la República. Las tropas rebeldes de África se fueron agrupando en el sur de la península. Ya desde el 2 de agosto, que comenzaron su avance, Madrid era un objetivo militar. Apenas llevaban tres meses de combates por la zona de Extremadura cuando ya se encontraban en los lindes de la Casa de Campo. Las cuatro columnas atacantes se sitúan el 6 de noviembre a siete kilómetros de la Puerta del Sol. Las columnas rebeldes encontraron diversos problemas tácticos, pero en ningún momento se impidió o se detuvo su avance. Las dos únicos núcleos de grandes poblaciones atacados durante esos tres meses fueron Badajoz y Toledo. Los asaltos de las tropas atacantes tuvieron casi siempre tácticas similares, primero se ejecutaba un ataque frontal muy agresivo apoyado por efectivos de artillería pesada, y luego de se ejecutaba un desbordamiento por los flancos, esto último solía causar pánico entre las tropas milicianas que poseían poca instrucción militar, lo que provocaba una retirada desordenada que acababa deshaciendo la defensa. En algunos casos se procedía a rodear las fuerzas milicianas dejando expedita una vía de escape que era fuertemente bombardeada por la artillería. Estas tácticas fueron ejecutadas repetidas veces durante el avance a Madrid. Sin embargo ahora el objetivo militar era más extenso, y existían diversas posibilidades de ser abordado. Por un lado se encontraban las agrupaciones de edificios ubicados a la derecha del río Manzanares, estas agrupaciones se prolongan en barrios desde los que se podría establecer una resistencia considerable. El río que se encontraba canalizado desde el Puente de los Franceses al de Princesa, la situación se convertía en peligrosa con algunos edificios dominantes en la orilla izquierda. Desde el río el avance es en cuesta arriba. La idea de llegar a la Ciudad Universitaria y a la Plaza de España, y desde allí se avanzar a lo largo de diversos puntos de la ciudad hasta dominarla era una de las posibilidades más tenidas en cuenta por Varela. Otra de las opciones era estirar el frente hacia el sureste pero quedó desechado al ver que al final no había punto de entrada a la ciudad. Tras evaluar Varela diversas opciones se decide atacar por la Casa de Campo por la Puerta Rodajos y desde allí avanzar cruzando el Manzanares para penetrar en la Ciudad Universitaria. Desde allí estabilizando la zona se procederá a tomar diversas áreas de la ciudad. Se iba a ejecutar como dirección principal de esfuerzo el eje Suroeste-Nordeste para alcanzar la línea del Manzanares entre el Puente de los Franceses y el Hipódromo. Simultáneamente otras columnas deberían tomar los pueblos y barrios al sur de la capital y presionar sobre los puentes de Segovia, de Toledo y Legazpi, distrayendo a las fuerzas de defensa del escenario principal del ataque.

martes, 1 de mayo de 2012

La Expulsion de los Judios de España


El 31 de marzo de 1492 por los reyes recién llamados Reyes Católicos, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, en el cual se obliga a todos los judíos de la península Ibérica a convertirse al catolicismo o ser expulsados, con término el 10 de julio de 1492. Por motivos logísticos se extendió este plazo hasta el 2 de agosto a las doce de la noche. Fernando el Católico firmaba otro para el reino de Aragón. Ambos partían de un mismo borrador elaborado por Tomás de Torquemada, inquisidor general en España. El día 2 de agosto coincidió con la partida de Cristóbal Colón hacia el descubrimiento de una nueva ruta a las Indias, viaje que acabó con el descubrimiento de América. Esta coincidencia ha dado pie a la teoría del origen judío de Colón expuesta, entre otros, por Simon Wiesenthal. Se ordenaba salir con carácter definitivo y sin excepción a todos los judíos, no sólo de los reinos peninsulares, sino de todos aquellos territorios que se encontraran bajo el poder de los Reyes Católicos. El plazo era de 4 meses a partir de la firma del edicto, es decir, que el 31 de julio no debía quedar en el reino ni un solo judío. En un edicto posterior, Torquemada amplió el plazo 10 días, para compensar el tiempo que transcurrió entre la promulgación y el conocimiento del decreto. La desobediencia a este edicto supondría la condena a muerte y la confiscación de los bienes. Los Reyes ofrecieron su seguro real para que los judíos negociaran su fortuna y se la llevaran, si así era su deseo en forma de letras de cambio, puesto que había una ley que prohibía que se sacaran oro, plata, monedas, armas y caballos del país. Aunque en el edicto no se hacía referencia a una posible conversión, esta alternativa estaba implícita, y muchos individuos pertenecientes a la élite hebrea la escogieron para evitar ser expulsados. La expulsión se produjo dentro de una tendencia muy establecida en Europa. Desde el siglo XIII al XVI, fueron muchos los países europeos que explulsaron a sus judíos. España en 1492 se encuentra en medio de una serie de 15 explusiones, siendo precedida por Inglaterra, Francia, Alemania y muchos otros, y fue sucedida por al menos cinco expulsiones más. Así que España no constituye una excepción a lo que ha sido una trágica historia de la vida de los judíos entre los pueblos cristianos.

jueves, 26 de abril de 2012

Guerra de África


La Guerra de África o Primera Guerra de Marruecos fue el conflicto bélico que enfrentó a España con el sultanato de Marruecos entre 1859 y 1860, durante el reinado de Isabel II. Desde 1840, las ciudades españolas de Ceuta y Melilla sufrían constantes incursiones por parte de grupos marroquíes. A ello se unía el acoso a las tropas destacadas en distintos puntos, sobre todo en 1844, 1845, 1848 y 1854. Las acciones eran inmediatamente contestadas por el ejército, pero al internarse en territorio marroquí los agresores, la situación volvía a repetirse de forma habitual. Cuando en agosto de 1859 se atacó a un destacamento español que custodiaba reparaciones en diversos fortines, Leopoldo O'Donnell, Presidente del Gobierno en aquel momento, exigió al sultán de Marruecos un castigo ejemplar para los agresores. Sin embargo, esto no sucedió. O'Donnell, hombre de gran prestigio militar, y justo en el momento en el que estaba en plena expansión su política de ampliación de las bases de apoyo al gobierno de la Unión Liberal, consciente también que desde la prensa se reclamaba con insistencia una acción decidida del Ejecutivo, propuso al Congreso de los Diputados la declaración de guerra a Marruecos el 22 de octubre, tras recibir el beneplácito de los gobiernos francés e inglés, a pesar de las reticencias de este último por el control de la zona del estrecho de Gibraltar y que al final debilitarían la posición española al terminar el conflicto. La reacción popular fue unánime. La Cámara aprobó por unanimidad la declaración y todos los grupos políticos, incluso la mayoría de los miembros del Partido Democrático, apoyaron sin fisuras la intervención. En Cataluña y el País Vasco se organizaron centros de reclutamiento de voluntarios para acudir al frente, donde se inscribieron muchos carlistas, sobre todo procedentes de Navarra, en un proceso de efervescencia patriótica como no se había dado desde la Guerra de la Independencia. El ejército expedicionario, que partió de Algeciras, estaba compuesto por treinta y seis mil hombres, sesenta y cinco piezas de artillería y cuarenta y un navíos entre buques de vapor, de vela y lanchas. O'Donnell dividió las fuerzas en tres cuerpos de ejército en los que puso al frente a los generales Juan Zavala de la Puente, Antonio Ros de Olano y Ramón de Echagüe. El grupo de reserva estuvo bajo el mando del general Juan Prim. El almirante Segundo Díaz Herrero fue nombrado jefe de la flota. Los objetivos fijados eran la toma de Tetuán y la ocupación del puerto de Tánger. El 17 de diciembre se desataron las hostilidades por la columna mandada por Zabala que ocupó la Sierra de Bullones. Dos días después Echagüe conquistó el Palacio del Serrallo y O'Donnell se puso al frente de la fuerza que desembarcó en Ceuta el 21. El día de Navidad los tres cuerpos de ejército habían consolidado sus posiciones y esperaban la orden de avanzar hacia Tetuán. El 1 de enero de 1860, el general Prim avanzó en tromba hasta la desembocadura de Uad el-Jelú con el apoyo al flanco del general Zabala y el de la flota que mantenía a las fuerzas enemigas alejadas de la costa. Las refriegas continuaron hasta el 31 de enero, en que fue contenida una acción ofensiva marroquí, y O'Donnell comenzó la marcha hacia Tetuán, con el apoyo de los voluntarios catalanes. Recibía la cobertura del general Ros de Olano y de Prim en los flancos. La presión de la artillería española desbarató las filas marroquíes hasta el punto de que los restos de éste ejército tomaron refugio en Tetuán, que cayó el día 6 de febrero. El siguiente objetivo era Tánger. El ejército se vio reforzado por las unidades voluntarias vascas, con gran número de carlistas, que en unos diez mil desembarcaron durante el mes de febrero hasta completar una fuerza suficiente para la ofensiva del 11 de marzo. El 23 de marzo se produjo la batalla de Wad-Ras en la que venció el ejército español y forzó la petición de paz del comandante marroquí Muley Abbás. Tras un periodo de armisticio de 32 días, se firmó el Tratado de Wad-Ras el 26 de abril, por el que España ampliaba el territorio de Ceuta y Melilla, recibía el pequeño territorio de Santa Cruz de Mar Pequeña —lo que más tarde sería Ifni— para establecer una pesquería, Marruecos pagaría una indemnización de guerra y, hasta que se hiciera efectivo, Tetuán era cedida a España.

viernes, 20 de abril de 2012

martes, 3 de abril de 2012

Noche de los cristales rotos

La Noche de los Cristales Rotos fue una serie de pogromos y ataques combinados ocurridos en la Alemania y Austria durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 y llevado a cabo por las tropas de asalto de las SA conjuntamente con la población civil, mientras las autoridades alemanas observaban sin intervenir. Presentado por los responsables como una reacción espontánea de la población tras el asesinato, el 7 de noviembre de 1938, de Ernst vom Rath, secretario de la embajada alemana en París por un joven judío polaco de origen alemán, Herschel Grynszpan, los pogromos fueron ordenados en realidad por el canciller del Reich, Adolf Hitler, organizados por Joseph Goebbels y cometidos por miembros de la Sturmabteilung la Schutzstaffel y las Juventudes Hitlerianas, apoyadas por el Sicherheitsdienst la Gestapo y otras fuerzas de la policía. Estos pogromos fueron dirigidos contra los judíos y sus propiedades, así como también la destrucción de las sinagogas de todo el país. Los ataques dejaron las calles cubiertas de vidrios rotos pertenecientes a los escaparates de las tiendas y a las ventanas de los edificios de propiedad judía. Al menos 91 judíos fueron asesinados durante los ataques y otros 30 000 fueron detenidos y posteriormente deportados en masa a los campos de concentración de Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau. Las casas de la población judía, así como sus hospitales y sus escuelas fueron saqueadas y destruidas por los atacantes, demoliéndolas con mazos. Más de 1000 sinagogas fueron quemadas - 95 solo en Viena -, y más de 7.000 tiendas de propiedad de judíos fueron destruidas o seriamente dañadas. La Kristallnacht fue seguido por una persistente persecución política y económica a la población judía, y es considerado por los historiadores como parte de la política racial en la Alemania.

sábado, 31 de marzo de 2012

Campo de concentración

Un campo de concentración es un centro de detención o confinamiento donde se encierra a personas por su pertenencia a un colectivo genérico en lugar de por sus actos individuales, sin juicio previo ni garantías judiciales, aunque puede existir una cobertura legal integrada en un sistema de Represión política. Se suelen emplear campos de concentración para encerrar a opositores políticos, grupos étnicos o religiosos específicos, personas de una determinada orientación sexual, prisioneros de guerra, civiles habitantes de una región en conflicto, u otros colectivos. A diferencia de un campo de prisioneros, que se emplea como centro de detención de militares enemigos en un conflicto, un campo de concentración se usa mayoritariamente para la detención de personas no combatientes. Son centros de detención conocidos públicamente, usualmente de gran extensión. Se considera como variante el campo de trabajo, un campo de concentración donde los reclusos son sometidos a trabajos forzados, frecuentemente en condiciones deplorables. Debido al maltrato de la población civil durante la Segunda Guerra Mundial, se redactó la Cuarta Convención de Ginebra en 1949, legislando específicamente sobre el trato que deben dar las partes beligerantes en un conflicto a la población civil. Aunque a lo largo de la historia los gobiernos han empleado la deportación de población civil como medio de control de territorios, no es hasta el siglo XVIII que se documentan los primeros casos de grupos de civiles no combatientes encerrados en campos. El historiador polaco Władysław Konopczyński ha sugerido que los primeros campos de concentración se crearon en el siglo XVIII durante la Confederación de Bar, cuando los rusos organizaron tres campos de concentración en Polonia-Lituania para los prisioneros rebeldes de Polonia, internados en espera de deportación a Siberia.
El origen moderno del término procede de los campos de reconcentración que construyeron las autoridades españolas en la isla de Cuba durante la Guerra de los Diez Años mitados posteriormente por los Estados Unidos de América durante la guerra Filipino-Estadounidense. La expresión inglesa concentration camp se popularizó a raíz de su uso por las autoridades británicas durante la Segunda guerra de los Bóer en Sudáfrica. Así, el objetivo declarado de un campo de concentración es precisamente concentrar a la población de un determinado grupo étnico o región geográfica, con el fin de separar a los combatientes enemigos del apoyo de la población civil, evitando también que pueda rebelarse.

lunes, 12 de marzo de 2012

Guerra del Pacífico

La Guerra del Pacífico tuvo lugar en el océano Pacífico, sus islas y en Asia Oriental, entre 1937 y 1945. En 1937, Japón reinició su expansión por China, iniciándose la Segunda Guerra Sino-japonesa. Después de librar dos batallas con la Unión Soviética, con resultados adversos, Japón ocupó la Indochina, colonia francesa, buscando finalizar la larga contienda en China. El Reino Unido, los Estados Unidos y otras naciones con intereses en la región respondieron imponiendo un embargo económico que amenazaba con asfixiar al pequeño país. Después de fallidas negociaciones, Japón atacó simultáneamente, sin previa declaración de guerra, a territorios controlados por los Estados Unidos, el Reino Unido, Tailandia y Holanda en diciembre de 1941. El ataque japonés no logró acabar con la Armada estadounidense en el Pacífico, aunque la debilitó. El Japón logró conquistar las Filipinas, Malasia, Birmania, las Indias Orientales Holandesas, Hong Kong y emprendió una ofensiva en el Océano Índico en 1942. El avance japonés se detuvó ese mismo año, luego de las derrotas en la batalla del Mar del Coral y la batalla de Midway, esta última con resultados desastrosos para el Japón. En los siguientes años, Japón continuó lanzando ofensivas en China, sin obtener la rendición del gobierno de Chiang Kai-shek. Los británicos probaron al mismo tiempo ser incapaces de recuperar Birmania, pero lograron detener un ataque de japoneses e hindúes nacionalistas contra la India Británica. El avance estadounidense por el Pacífico logró forzar una gran batalla naval conocida como la batalla del Mar de las Filipinas, donde la Armada nipona sufrió pérdidas irreparables, que fueron explotadas en la batalla del Golfo de Leyte. Desde entonces la superioridad naval estadounidense en el Pacífico fue indiscutible. Para 1945, los aliados habían recuperado Birmania, Nueva Guinea, Borneo, las Filipinas, las Islas Aleutianas y ocupado territorio japonés, Iwo Jima, y ambos bandos se preparaban para prestar batalla en las grandes islas niponas. El lanzamiento de las bombas atómicas en agosto de 1945 coincidió con la invasión soviética de Manchuria, controlada por Japón desde 1933. El Escuadrón 201 de México se preparaba para lanzar un ataque sobre Okinawa aunque esto no se pudo lograr ya que se habían lanzado las bombas atómicas sobre Japón dando fin a la guerra. Japón aceptó la rendición incondicional 15 de agosto de 1945, siendo ocupado por tropas americanas y viendo reducida su extensión territorial a las islas del archipiélago principal. La Guerra del Pacífico significó la caída del Imperio Japonés, convirtió a Estados Unidos en la primera potencia del Pacífico, inició el declive anglo-francés en el sudeste de Asia, y debilitó el gobierno nacionalista en China, que fue reemplazado luego por el gobierno comunista de Mao Zedong. La Unión Soviética conservó el control de sus territorios en el Lejano Oriente y luego participó en la división de Corea. Los combatientes fueron Japón por un lado, y las potencias Aliadas de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo a China, los Estados Unidos, el Reino Unido, Australia, Filipinas, Holanda y Nueva Zelanda por el otro. La Unión Soviética rechazó un temprano ataque japonés en 1939, y permaneció neutral hasta el primer bombardeo atómico sobre Hiroshima. Tailandia fue convencida tras el inicial ataque japonés a unirse a su bando. La Alemania Nazi y la Italia fascista también eran aliados de Japón, y unidades testimoniales de sus Armadas operaron en el Pacífico entre 1940 y 1945.

domingo, 4 de marzo de 2012

Alfred Rosenberg

Alfred Rosenberg nacio en Estonia, 12 de enero de 1893 fue un político colaborador de Adolf Hitler y responsable de los Territorios ocupados por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Es considerado como uno de los autores principales de credos ideológicos nazis claves, incluyendo su teoría racial, persecución de los judíos, Lebensraum, derogación del Tratado de Versalles, y la oposición al arte moderno. También es conocido por su rechazo del cristianismo habiendo desempeñado un rol central en el desarrollo del cristianismo positivo, que pretendía ser una transición a la nueva fe nazi. Proveniente de una familia de germanos bálticos, empezó la carrera de arquitectura en 1910 en la Escuela Politécnica de Riga A consecuencia de la evolución de la Primera Guerra Mundial, las autoridades rusas decidieron en 1915 evacuar la Escuela Politécnica, incluidos los profesores, a Moscú, donde siguió estudios de ingeniería en la Escuela Superior Técnica de Moscú, los cuales culminó en 1917. Desde su juventud defendió la pureza de la raza. Este pensamiento le llevó a rechazar a los bolcheviques; por ello, durante la Revolución de Octubre, Rosenberg apoyó a los contrarrevolucionarios. Tras el fracaso de estos, emigró a Alemania en 1918, junto con Max Scheubner-Richter, quien se convirtió en una suerte de mentor de Rosenberg y de su ideología. Llegó a Múnich y contribuyó con la publicación de Dietrich Eckart, el Völkischer Beobachter. Para esta época, era un antisemita influenciado por el libro de Houston Stewart Chamberlain, Las bases del siglo XIX, uno de los libros claves proto-nazis de teoría racial. Asimismo, era un antibolchevique, como resultado del exilio de su familia. Rosenberg fue uno de los primeros miembros del Partido de Trabajadores Alemanes al unirse en enero de 1919 con el número de ficha 625; Adolf Hitler no se inscribiría hasta octubre de 1919. Rosenberg también había sido un miembro de la Sociedad Thule, junto con Eckart. Después de que el Völkischer Beobachter se convirtiera en el periódico del Partido nazi en diciembre de 1920, Rosenberg se convirtió en su editor en 1923, actividad que realizo hasta diciembre de 1938. Rosenberg fue un miembro destacado de Aufbau Vereinigung. En 1929, Rosenberg fundó el Frente de Lucha para la Cultura Alemana. Posteriormente, formó el Instituto para el Estudio de la Cuestión Judía, dedicado a identificar y atacar la influencia judía en la cultura alemana y registrar la historia del judaísmo desde una perspectiva antisemita. En 1930, se convirtió en diputado en el Reichstag de la República de Weimar y publicó su libro sobre teoría racial, El mito del siglo XX que trataba sobre temas centrales en la ideología nacionalsocialista, tales como la Rosenberg había pretendido que su libro fuera una secuela de la obra de Houston Stewart Chamberlain. A pesar de haber vendido más de un millón de copias para 1945, su influencia al interior del nazismo sigue siendo dudosa. A menudo, se afirma que se trató de un libro oficialmente venerado en el nazismo, pero que pocos lo leyeron en realidad más allá del primer capítulo o incluso lo encontraron comprensible. En 1933 fue ascendido a Jefe del Servicio de Asuntos Exteriores del Partido Nazi. Desde este cargo se apropió de las obras de arte y otros enseres pertenecientes a Museos y a colecciones privadas de judíos. Ese mismo año asume el puesto de Reichsleiter. En 1939 entra en contacto con Quisling y con el ejército noruego. Rosenberg fue en su juventud un gran líder mediático, influido por Houston Stewart Chamberlain en las doctrinas racistas reformuladas del concepto de Übermensch y en Gobineau. Supo desde el principio encaminar su vida por cauces antimaterialistas y antimarxistas, conceptos que con gran sapiencia dominaba y a la vez odiaba. Comenzó en años posteriores a interesarse por el ocultismo, doctrina de la cual ya no se separaría jamás. En esta época viaja a Francia, Bélgica y Holanda. En el país galo y a instancias de Hitler, se encargó de buscar todo tipo de material relacionado con las ideas y teorías políticas. Todo aquello que contradecía su pensamiento fue destruido o requisado. En 1941, el Reich le nombró titular del Ministerio de Territorios Ocupados del Este. Su mandato supuso la puesta en marcha de las teorías de Göring sobre la superioridad racial. En consecuencia se produjo la muerte y deportación de millones de personas. Alfred Rosenberg escapó hacia Holstein en mayo de 1945, pero fue detenido por la Policía Militar norteamericana. Más tarde, fue juzgado en Núremberg y condenado a muerte el 1 de octubre de 1946 siendo ejecutado en la horca el 16 de octubre de 1946.

martes, 14 de febrero de 2012

Bombardeo de Dresde

El bombardeo de Dresde se llevó a cabo hacia el final de la Segunda Guerra Mundial por parte de la Royal Air Force británica y las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos. Con este nombre se suele hacer referencia a los cuatro ataques aéreos consecutivos que se realizaron entre el 13 y el 15 de febrero de 1945, aproximadamente doce semanas antes de la capitulación de la Alemania nazi. Durante los mismos, entraron en acción más de mil bombarderos pesados, que dejaron caer sobre la cerca de 4.000 toneladas de bombas altamente explosivas y dispositivos incendiarios, arrasando gran parte de la ciudad y desencadenando una tormenta de fuego que consumió el centro histórico de la misma. El número de víctimas varía enormemente en función de la fuente, pero la línea mayoritaria en la historiografía actual lo sitúa entre 22.700 y 35.000 muertos, decantándose los estudios más recientes por las cifras más bajas. Aunque esta es una cantidad inferior a las de otros bombardeos de ciudades del Eje, como Tokio o Hamburgo, el ataque sobre Dresde ha anidado en el subconsciente popular como paradigma de la destrucción y los horrores de la guerra. En la actualidad sigue siendo uno de los episodios más polémicos de la Segunda Guerra Mundial y todavía persiste el debate sobre si la capital sajona era un objetivo de interés estratégico, tal y como aseguran fuentes militares aliadas, si por el contrario el bombardeo fue una represalia desproporcionada e indiscriminada, o incluso si pudo tratarse de un crimen de guerra.





viernes, 3 de febrero de 2012

William Wallace

William Wallace nació en enero del 1272 en la ciudad escocesa de Elerslie fue un escocés que dirigió a su país contra la ocupación inglesa y contra el Rey Eduardo I de Inglaterra en las Guerras de independencia de Escocia. Era de origen humilde, en contraste con su compatriota, Robert the Bruce, de extracción noble. La familia Wallace descendía de Richard Wallace. Existe alguna disputa acerca del lugar de nacimiento de Wallace. La creencia general es que fue Elderslie, cerca de Paisley, en Renfrewshire. Recientemente se ha proclamado que fue en Ellerslie, cerca de Kilmarnock, en Ayrshire. Es probable que estos dos nombres se confundieran en los documentos antiguos, ya que la ortografía no se estandarizó hasta épocas más recientes. En apoyo de Ellerslie, se ha argumentado que su padre provenía de Riccarton, Ayrshire, y su madre de Loudoun, Ayrshire. Además de esto, algunas de las primeras acciones de Wallace tuvieron lugar en Ayrshire. En apoyo de Elderslie, se ha argumentado que Ellerslie, una ex villa minera, es conocida tan solo desde el siglo XIX, al contrario que Elderslie, conocida mucho antes. Su primera acción fue en Lanark, que no está particularmente cerca de Elderslie ni de Ellerslie, y luego se trasladó a Ayrshire para unirse en Irvine a algunos nobles escoceses que luchaban contra los ingleses. No hay fuentes contemporáneas de información sobre la vida temprana de Wallace. Parece seguro que era hijo de Sir Malcolm Wallace de Riccarton y de Margaret; tenía dos hermanos: Malcolm y John. Este último, muy amigo de Vincent Wilson de Lokcsteintawn; duque de la misma zona, quien ofreció refugio a Wallace en tiempos de rencillas. Fue internado en una abadía en la que residía su tío paterno, por eso estaba bien educado para los patrones de la época, y hablaba francés, latín, gaélico e inglés. Blind Harry no menciona que hubiera salido del país ni que tuviera alguna experiencia militar antes de 1297. Un registro de agosto de 1296 hace referencia a 'un ladrón, un William le Waleys' en Perth, pero podría no ser él. El 11 de septiembre de 1297, Wallace arrasó por completo al ejército inglés comandado por el Conde de Surrey en la Batalla de Stirling Bridge. El ejército inglés estaba formado por 300 caballeros pesados y 10.000 hombres de infantería ligera. Cuando regresó de Stirling, Wallace fue nombrado "Guardián de Escocia". Posteriormente, mandó una tropa a conquistar York, la mayor ciudad del norte de Inglaterra. El 1 de abril de 1298, las tropas inglesas, al mando del Rey de Inglaterra Eduardo I el Zanquilargo, y las tropas escocesas se enfrentaron en Falkirk. Wallace tenía un arma secreta: los "Schiltroms", grupos de soldados con una lanza de 2 m usados para detener la carga de la caballería. Los ingleses atacaron con la caballería primero, que fue efectivamente parada; pero tras ellos vinieron los temidos arqueros de Gales, de tiro largo, que devastaron a los escoceses. Wallace eludió los intentos de captura ingleses hasta el 5 de agosto de 1305, cuando John Menteith le entregó a los soldados ingleses de Roybroston en Glasgow. Wallace fue sacado de la sala, lo desnudaron y lo arrastraron por la ciudad, atado de los talones a un caballo desde Westminster a Smithfield. Fue ahorcado, arrastrado y descuartizado. De acuerdo con el método habitual en el siglo XIV para los casos de alta traición, fue ahorcado a una altura que no fuese suficiente para romperle el cuello, descolgado antes de que se ahogase, emasculado, eviscerado, y sus intestinos fueron quemados ante él, antes de ser decapitado y su cuerpo cortado en cuatro partes: su cabeza se conservó sumergida en alquitrán y fue colocada en una pica encima del Puente de Londres. Más tarde se unieron las cabezas de los hermanos John Fraser y Simon Fraser. Sus miembros se mostraron, por separado, en Newcastle upon Tyne, Berwick-upon-Tweed, Stirling y Aberdeen. us extremidades fueron repartidas por distintas partes de Inglaterra: su brazo derecho lo enviaron a Newcastle, su brazo izquierdo a Berwick, su pie derecho a Perth y su pie izquierdo a Aberdeen; su cabeza fue colgada en el Puente de Londres para atemorizar a otros enemigos de Inglaterra.



lunes, 16 de enero de 2012

Manuel Fraga Iribarne

Manuel Fraga Iribarne nació el dia 23 de noviembre de 1922 en Villalba. Fue un político, diplomático y profesor español de Derecho. Estaba retirado de su actividad pública y profesional desde 2011. Fue Catedrático de Derecho Político y de Teoría del Estado y Derecho Constitucional; Doctor en Derecho y Licenciado en Ciencias Políticas y Económicas. Su trayectoria política se desarrolló desde los años cincuenta del siglo XX hasta el año 2011, ocupando casi ininterrumpidamente cargos de relevancia política e institucional, tanto en la época de Franco como en el periodo democrático; entre otros, fue ministro de Información y Turismo entre 1962 y 1969; vicepresidente del Gobierno y ministro de la Gobernación entre diciembre de 1975 y julio de 1976; y presidente de la Junta de Galicia entre 1990 y 2005. Además de diputado y senador durante muchos años, fue uno de los padres de la actual Constitución española de 1978; fundador del partido Reforma Democrática, embrión de Alianza Popular y, a su vez, del actual Partido Popular de España; y candidato a la Presidencia del Gobierno de España entre 1977 y 1986. Su madre, María Iribarne Dubois, de quien aprendió francés, era de origen vasco-francés; su padre, Manuel Fraga Bello, fue alcalde de Villalba. Manuel fue el primogénito de una familia de doce hijos. Formado en Derecho, Política y Economía, Fraga ingresó por oposición con el número uno en el Cuerpo de Letrados de las Cortes en 1945 y en 1947 en la Escuela Diplomática. Fue alférez de la Milicia Universitaria. En 1948 obtuvo la Cátedra de Derecho Político de la Universidad de Valencia y en 1953 la de Teoría del Estado y Derecho Constitucional de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad Complutense de Madrid, en donde fue profesor hasta 1987. En 1951 fue designado secretario general del Instituto de Cultura Hispánica. En 1953, el ministro de Educación Nacional, Joaquín Ruiz-Giménez Cortés, le nombró secretario del Consejo de Educación. En 1956 se convirtió en el director del Instituto de Estudios Políticos y en 1957 fue nombrado Delegado nacional de Asociaciones, que era una de las delegaciones de la recién creada Secretaría General del Movimiento. Fraga abandona brevemente la política en 1979 convencido de haber fracasado en su intento de crear una fuerza política de centro-derecha que disputara el poder a un Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que estaba abandonando el marxismo. Sin embargo, en breve retornaría para tratar de dar a su partido, AP, una cara más centrista y moderada, integrando a nuevas personas. En estos años acuña el concepto de mayoría natural, espectro sociológico dominante que abarcaba las clases medias votantes del centro y la derecha. Pacta con Areilza y Osorio la formación de una coalición más centrada que intenta conectar con lo que entendía era un sector mayoritario en la población. Pero su mensaje no cala todavía en el cuerpo electoral: en las elecciones de 1979, encabeza Coalición Democrática consiguiendo un grupo parlamentario de apenas 10 diputados y poco más del 6% de los votos: atraviesa la denominada travesía del desierto aguardando a que llegue el fin de una cada vez más inestable UCD. El 23 de febrero de 1981, Manuel Fraga se encontraba en el Congreso cuando se produjo el intento de golpe de Estado conocido como 23-F. Fraga se enfrentó a los golpistas, y les llegó a decir que o le dejaban salir a él y a todos los diputados o les disparaban Tras la intentona golpista, fue recibido por el Rey junto al resto de líderes de partidos nacionales y al presidente del gobierno. Manuel Fraga Muere a los 89 años en su domicilio de Madrid el dia 15 de enero de 2012.



viernes, 13 de enero de 2012

Falange Española

Falange Española de las JONS es un partido político español fundado por José Antonio Primo de Rivera, primogénito del entonces fallecido Miguel Primo de Rivera, el 29 de octubre de 1933. Surgió en el periodo histórico de la II República, resultado de la fusión de las JONS. La organización se defiende de el anticapitalista y anticomunista, adoptando las tesis del tercerposicionismo ideológico. Falange Española se dio a conocer en un mitin celebrado en el Teatro de la Comedia de Madrid el 29 de octubre de 1933. El 15 de febrero de 1934 se fusionó con las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista, fundadas por Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma Ramos, entre otros. Con esta fusión, pasó a denominarse Falange Española de las JONS. Tras el éxito del fascismo italiano con la Marcha sobre Roma de Benito Mussolini en 1922, fracasan los diversos intentos de crear en España una organización fascista al estilo de la italiana. En estos años, con gobiernos autoritarios, la derecha y los sectores financieros y empresariales más reaccionarios no sintieron la necesidad de un partido fascista que había demostrado ser un buen freno en Europa al desarrollo de movimientos de masas de izquierdas. Instaurada la II República, iniciado el proyecto democratizador, cristalizan los primeros intentos en FE de las JONS promovida por estos sectores reaccionarios. En marzo de 1931, Ramiro Ledesma Ramos, admirador de Adolf Hitler, agrupa en Madrid a una decena de estudiantes en torno a la revista La Conquista del Estado bajo un programa netamente fascista. Tres meses más tarde, en Valladolid, surge Juntas Castellanas de Actuación Hispánica, también de inspiración fascista con un marcado carácter católico y derechista, reflejo de la ideología de su fundador Onésimo Redondo. Estos dos pequeños grupos se fusionan a finales de ese mismo año creando las JONS que ya utiliza como símbolo el yugo y las flechas y en su programa ya figuran rasgos como el autoritarismo, el ultranacionalismo, el imperialismo y la violencia como medio de acceder al poder. El triunfo de Hitler y la poca implantación de las JONS hacen que, en 1933, la extrema derecha española, representada por empresarios industriales y financieros, emprenda la búsqueda de un líder carismático para el fascismo español, encontrándolo en José Antonio Primo de Rivera, hijo del anterior dictador, que ya mantenía posiciones conservadoras y autoritarias. En el periodo de la II República jugó un importante papel en el desarrollo de los acontecimientos que condujeron a la Guerra Civil. Nace apoyada por las fuerzas reaccionarias y partidos de la derecha que la utilizan como fuerza de choque. No consigue un apoyo popular significativo, pero sus frecuentes razias y enfrentamientos con los grupos más radicales de la izquierda, principalmente con las organizaciones juveniles, sus actos violentos y asesinatos contribuyeron a crear un clima de inseguridad y violencia propicio para las intentonas militares. Con el triunfo del Frente Popular en febrero de 1936, las juventudes de las formaciones de la derecha, principalmente de la CEDA, considerando que la «moderación» de sus partidos no había frenado a la izquierda, pasan a engrosar sus filas y se multiplican sus acciones violentas, creando una situación de inestabilidad que, amplificada por medios de comunicación y políticos de la derecha, proporcionaron una buena cobertura a los conspiradores. La Falange, a través de su entonces líder y cofundador, José Antonio Primo de Rivera, participó en las diferentes conspiraciones e intentonas militares que se produjeron para derrocar a la república. En los últimos meses, ya en marcha la conspiración que llevaría al levantamiento, con la Falange virtualmente excluida, Primo de Rivera se mueve activamente intentando que ésta juegue un papel más determinante. En contacto con los conspiradores desde la cárcel de Alicante donde se encontraba preso, alterna comunicados rogando una pronta sublevación, con condiciones para sumarse a la conspiración, condiciones que los militares no atendieron. Finalmente, un comunicado del día 17 de julio llama a sus organizaciones a sumarse al golpe, aceptando un papel auxiliar. En el transcurso de la Guerra Civil, la Falange combate en el frente bajo el mando militar de los sublevados y en la retaguardia asume las tareas represivas, practicando paseos y fusilamientos. En 1937, Franco, ya Generalísimo de los ejércitos y autoproclamado Jefe del Estado español, busca una organización que le permita hacerse también con el poder político y perpetuar su liderazgo una vez acabada la guerra. Aprovechando las luchas y enfrentamientos en su cúpula, decretó su unificación con el movimiento carlista, formando así Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Muerto Franco, iniciada la Transición española, los diferentes grupos falangistas se disputan las siglas históricas pensando conseguir con ellas un buen rédito político. Presentados ante las urnas, con unos planteamientos que poco diferían de los iniciales de los años treinta y del franquismo, la población les da la espalda no logrando superar el 1% de los votos. Fue Raimundo Fernández-Cuesta, camisa vieja del falangismo, amigo personal de José Antonio, secretario general de la FET de las JONS y ministro de Franco, el que ganó en los tribunales el derecho a las siglas, siendo el jefe nacional del actual partido FE de las JONS hasta 1983.